Muchos dueños de perros cometen el error de pensar que el entrenamiento comienza cuando el perro cumple seis meses o un año. Sin embargo, en la psicología canina, existe una ventana de oportunidad fundamental entre las 3 y las 16 semanas de vida.
Durante este tiempo, la socialización de cachorros determina si su mascota será un adulto seguro y amigable o un perro miedoso y reactivo.
En Doggy Doo, nos especializamos en guiar a las familias a través de este proceso, asegurando que el nuevo integrante del hogar aprenda a interpretar el mundo de manera positiva.
¿Qué significa realmente socializar?
La socialización de cachorros no se trata simplemente de que el perro juegue con otros perros. Es un proceso de exposición gradual y positiva a:
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Estímulos Ambientales: Ruidos de la calle, tráfico, aspiradoras, tormentas y diferentes texturas de suelo.
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Diversidad Humana: Personas de todas las edades, con sombreros, paraguas, uniformes y diferentes tonos de voz.
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Otros Animales: Perros de distintas razas y tamaños, gatos y otras mascotas, siempre en entornos controlados.
El Riesgo de una Mala Socialización
Un perro que no ha pasado por un programa correcto de socialización de cachorros es más propenso a desarrollar:
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Ansiedad por Separación: Al no tener seguridad en sí mismo, el perro se vuelve hiper-dependiente de sus dueños.
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Reactividad por Miedo: La mayoría de las agresiones caninas no son por maldad, sino por miedo a lo desconocido. Un perro que no conoce el mundo, se defiende de él.
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Dificultad de Aprendizaje: El estrés constante bloquea la capacidad del perro para obedecer comandos básicos.
En Doggy Doo, aplicamos técnicas de refuerzo positivo para que cada nueva experiencia sea un éxito. Enseñamos al cachorro que el mundo es un lugar seguro y divertido, sentando las bases para una convivencia armoniosa de por vida.
¡El futuro de tu cachorro empieza hoy! No dejes pasar el tiempo más importante de su desarrollo. [Agenda una asesoría de socialización con Doggy Doo aquí]